viernes, 24 de abril de 2009

Adoracion alrededor del Trono

Adoración alrededor del trono
A hora bien, alabo a Dios por la oportunidad que me ha dado de describir mi visión del cielo en un libro.
Ella arde continuamente en mi corazón. Mucha gente me ha animado a escribir este testimonio y a compartir la visión del cielo que Dios me ha dado.
He compartido la visión celestial, así como mis experiencias del infierno, en muchas iglesias en las que he ministrado.
Deseo compartir con usted otras escenas que ví en el cielo. Quiero que sepa que el cielo es real. Si ha perdido a algún ser querido, a alguien que haya partido al cielo antes que usted, sepa que se encontrará con esa persona en las puertas de la gloria. Quiero animar su corazón, porque tenemos una bendita esperanza en Jesucristo. Él ha ido al cielo a preparar un lugar para no sotros.
¡Parecía que los ángeles que veía en el cielo eran muy grandes y poderosos! Vestían relucientes túnicas que irradiaban enorme cantidad de luz. Eran poderosos y sinceros. Tenían su mente determinada a obedecer a Dios. Resultaba obvio para mí que los poderosos ángeles que veía en cada puerta de perla eran ángeles protectores.
Al ver la espada al costado de los ángeles, pensé:
“ Gloria a Dios! ¡Aleluya! Dios realmente protege a sus hijos.”
LOS ÁNGELES DE DIOS
La Biblia, como saben, habla reiteradamente de los ángeles, pues se refiere a ellos en muchos pasajes. Es asombroso que a veces tendemos a pasar por alto cosas que la Palabra de Dios comprueba una y otra vez. Sin embargo, cuando se le da una revelación a alguien parece que ella arroja más luz sobre el asunto.
He aquí algunos ejemplos más de lo que la Biblia dice acerca de los ángeles:
(Salmo 91:11-12)11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.
12 En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
(Génesis 24:40)
40 Entonces él me respondió: Jehová, en cuya presencia he andado, enviará su ángel contigo, y prosperará tu camino;y tomarás para mi hijo mujer de mi familia y de la casa de mi padre.
(Apocalipsis 10:1)1 Ví descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.
(Apocalipsis 18:1)1 Después de esto ví a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria.
(Marcos 12:25)
25 Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos.
(Lucas 22:43)Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle.
(Hebreos 1:14)14 ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?
(Lucas 15:10)
10 Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.
Se me permitió entrar de nuevo a través de la puerta del cielo, y recuerdo que me sentí impresionada por la paz y gozo que allí había. ¡Oh, el glorioso canto y las alabanzas! Amados hermanos, no creo que nadie lo podría describir muy bien, porque en la tierra nunca se ha sentido una paz como esa. Desde el Edén, en la tierra no se ha experimentado nunca la paz, el gozo y el descanso que hay en el cielo.
En el cielo no hay enfermedades. En el cielo no hay sillas de ruedas. En el cielo no hay discapacidades físicas. En el cielo no hay dolencias. Todo es perfecto y hermoso. No hay corrupción. No hay mentiras. No hay pecado alguno, porque Dios no permitirá que entre un solo pecado por las puertas del cielo.
EL GRAN ESPECTÁCULO
Con el ángel de guía nos movimos muy rápidamente. Dejamos atrás muchos árboles frutales que crecían junto al río de la vida. Cada uno de ellos estaba cargado de hermosas frutas.
Conforme avanzábamos, parecía que nos convertíamos en parte de la música. En todas mis visitas al cielo oí música y siempre era nueva. Escuché alabanzas musicales continuas elevarse en honor y alabanza a Dios.
El ángel de Dios me dijo: “Vamos a ir ante el trono para ver la adoración a Dios.” Alo largo del trayecto pa recía como que llegaban cientos de personas de todas partes del cielo. Iban a adorar al Rey de reyes y Señor de señores.


ADORACIÓN EN EL CIELO
Mientras avanzábamos parecía como si cientos se convirtieran en miles y los miles en una cantidad innumerable. Acudían desde varias regiones del cielo. Aparentemente fuimos a una zona como la de un gran anfiteatro, descrita por Juan:
(Apocalipsis 4:2-5, 10-11)
2 Y al instante yo estaba en el Espíritu;y he aquí:, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.
Yel aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina;y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la es meralda.
4 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y ví sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.
Y del trono salían relámpagos y truenos y voces;y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas de lante del trono, diciendo:
11 Señor, digno eres de recibir lagloriay la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, ypor tu voluntad existen y fueron creadas.
¡Y las nubes! Las más hermosas nubes flotaban dentro, fuera y alrededor del trono. Las nubes estaban moldeadas casi como las nubes en forma de hongo de una explosión atómica. Todas tenían una combinación de colores hermosos y gloriosos.
Había un deslumbrante arco iris por encima de todo ello. Es imposible imaginar la intensidad del poder de Dios.
Supe en mi corazón que la imagen de hombre que ví en las nubes era la representación de Dios.
Hace miles de años, Dios quiso hacer a un hombre a su imagen... y lo hizo.
(Génesis 1:27)
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Dios tomó del polvo de la tierra, literalmente, e hizo a un hombre. Consideren el poder de Dios que de bió de haber estado presente: Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. (Génesis 2:7)
Entonces, por cuanto Adán estaba solo (“[…] para Adán no se halló ayuda idónea para él” [ 2:20]) Dios le indujo un sueño profundo, abrió su costado, le quitó una de las costillas y moldeó de ella a una mujer. El Señor formó a Eva, la eterna compañera y cónyuge de Adán, la cual también fue hecha a la imagen de Dios (Génesis 1:27). ¡Qué gloria se les dio a los humanos de ser hechos a la imagen de Dios!
PREPARACION PARA EL REY
Los testimonios de adoración celestial muestran la belleza y la santidad de Dios. Al llegar al lugar de reunión, pude ver a personas y ángeles por doquier. Me impresionó que todo se hacía ordenadamente. Por todas partes, la gente y los ángeles alababan a Dios.
El río de la vida fluía desde el trono de Dios. Era como un mar de vidrio, como un mar de cristal, pero que fluía.
Entonces, amados hermanos, ví caballos otra vez. Caballos grandes, blancos y magníficos se veían como si fueran de mármol. Eran hermosos y sin un solo defecto en ninguno de ellos. Eran elegantes, como piezas (de ajedrez, pero físicamente genuinos.
Las mantas blancas en la grupa de los caballos estaban uniformemente adornadas con rebordes de oro. Tenían riendas doradas en la boca. Tenían adornos en las patas e incluso en la punta de la cola. Esos caballos permanecían en atención delante del trono.
Me di cuenta de que los doce ángeles que están delante del trono llevaban al costado trompetas y cuernos musicales. Sus vestiduras, que flotaban y resplandecían, tenían adornos de oro y grandes rubíes y toda clase de enormes gemas incrustados.
De pronto, ví muchos instrumentos musicales. Se trataba de los instrumentos más espectaculares que uno jamás pudiera imaginar. ¡Oh, la belleza del cielo! Había muchas arpas. Miré para ver quiénes estaban situados en esos instrumentos musicales.
¡Pensé: “ gloria a Dios! ¡Aleluya!”

LLAMAMIENTO A LA ADORACIÓN
Entonces, amados hermanos, el Espíritu Santo me mostró algo con mucha claridad. La mujer que se hallaba en el centro del grupo de caballos se detuvo. Entonces los ángeles delante del trono, cada uno en su orden, tomaron la trompeta o bocina en su costado y comenzaron a tocar. Cuando tocaron esas bocinas, ¡oh, los sonidos de gozo y gran alabanza que subieron! Alguien en el cielo proclamó fuertemente:
Ahora es el momento de adorar al Rey de reyes y Señor de señores por sus gloriosos actos y su glorioso poder con respecto a los moradores de la tierra.
Es hora de darle a Él gran alabanza, de adorarlo con canción y con danza, de adorarlo con música y de adorarlo por su bondad.
Él es Dios. Es Rey de reyes y Señor de señores. Es el Redentor de la humanidad.
¡Según se anunciaban estas cosas, amados hermanos, sonaron las trompetas! Entonces, el ángel que leía el pergamino se puso de pie e hizo una señal.
De inmediato todos esos caballos magníficos doblaron las rodillas e inclinaron la cabeza uno después de otro en alabanza al nombre del Señor:
(Filipenses 2:10) 10 Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra;
(Apocalipsis 5:13)13 Ya todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
Los caballos entonces empezaron a girar y a hacer cabriolas ante el Señor. Hacían toda clase de cosas para magnificar, alabar y adorar a Dios. ¡Oh, si sólo pudieran haberlo visto! Y Dios se agradaba de la adoración de ellos.
MOTIVACIÓN A ALABAR
Amados hermanos, no creo que nos damos cuenta de cuánto le agradan a Dios nuestras alabanzas. Cuando pasemos por pruebas, quebrantos y angustias, Dios quiere que lo alabemos. Lo tenemos que alabar, no debido a las aflicciones o las pruebas, sino porque lo amamos.
Cuando lo adoramos, parece que lo hacemos en beneficio de Él y no el nuestro. Según lo alabamos por las cosas poderosas que ha hecho por nosotros, cambiamos nuestro enfoque de nosotros a Dios. Al entrar en el proceso de la adoración, nos damos cuenta de que Él es el que puede resolver los problemas que estamos confrontando y podemos confiar en que nos ayudará. De ese modo nos beneficiamos realmente cuando alabamos y adoramos al Señor en verdad.
ACLAMACIONES DE ALABANZA
En ese momento todos los músicos celestiales empezaron a tocar y entró otro grupo de adoradores. Millares de voces cantaron en honor y alabanza a Jesús.

Ascendió el sonido de gloriosa algarabía. Resonaba por todo el cielo. ¡Durante horas, me pareció, vibraron las alabanzas a Dios!
¡Cuán hermoso es oír y estar en medio de las alabanzas a Dios! Allí en el centro de los sonidos vibrantes y magníficos, la tierra me pareció hallarse muy lejos de mí. Las aflicciones y las dificultades me parecieron estar muy lejos de mí. Los horrores del infierno parecieron tan distantes.
EL ENCARGO QUE DIOS ME DIO
No obstante, supe dentro de mí que tenía que hacer algo por Dios. El ángel de Dios me tocó y recibí fuerzas.
Me dijo: “Hija mía, Dios te ha permitido ver estas cosas para que las puedas contar y las puedas registrar. Las revelaciones, las visiones y los sueños te han sido dados para hacer conocer las cosas [ que Dios ha preparado para los que le aman [ y guardan sus mandamientos’” (1 Corintios 2:9; Deuteronomio 7:9).
¡Entonces, amados hermanos, oí la voz de Dios! Sólo el sonido de su voz me llenó de éxtasis.
Sonaba como el trueno, pero pude comprender lo que decía.
Caí sobre mi rostro, y empecé a adorar y a alabar al
Rey de reyes y Señor de señores.

ESCRITURAS CELESTIALES
Cuando regresé a la tierra y comencé a meditar en las muchas cosas maravillosas que Dios me había mostrado, miré en la Palabra de Dios. Parecía como si en cualquier parte que leía, hallaba algo sobre el cielo la majestad de Dios.
Quiero compartir con ustedes algunos de esos versículos de la Sagrada Escritura:
(Nehemías 9:6)6 Tú solo eres Jehová; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.
(Job 22:12, 14)12 ¿No está Dios en la altura de los cielos? Mira lo encumbrado de las estrellas, cuán elevadas están.
14 Las nubes le rodearon, y no ve; y por el circuito del cielo se pasea.
(Salmo 102:19)19 miró desde lo alto de su santuario; Jehová miró desde los cielos a la tierra,
(Salmo 103:19)19 Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos.
(Salmo 148:13) 13 Alaben el nombre de Jehová, porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos.
(Hebreos 12:22)
22 Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles.
SERES SANTOS EN EL CIELO
Lo que sigue es un recuento veraz de una experiencia que tuve. Una vez más, el ángel del Señor vino a mí y me dijo: “Mira la gloria de tu Dios.”
Fui llevada instantáneamente a las alturas y a través de una de las puertas al cielo. Cada puerta estaba hecha de una perla exquisita, con diseños en ella. ¡El atractivo del cielo es impactante!
Pasamos por el río de la vida y pude oír a la gente gritar y alabar a Dios en las márgenes del río. Fui llevada delante del trono de Dios, como se describe en el capítulo 4 de Apocalipsis. ¡Oh, qué algarabía y qué adoración!
Amados hermanos, ví el trono de Dios exactamente como lo describe la Sagrada Escritura. Tiene un arco iris a su alrededor. Está opacado por la nube de gloria y el brillo del poder de Dios. Oí voces, ví relámpagos y oí truenos. ¡Ví las manifestaciones divinas del poder de Dios!
Y del trono salían relámpagos y truenos y voces;y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
(Apocalipsis 4:5-6)6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás.
Conforme observaba, oí las voces multiplicadas de muchos ángeles alrededor del trono. El número de ángeles allí era incontable. Entonces ví a los seres celestiales y a los ancianos. Había cuatro de los seres celestiales y veinticuatro ancianos. Esta escena ha sido también descrita por Juan en Apocalipsis:
(Apocalipsis 5:11)
11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
(Apocalipsis 7:11)11 Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vívientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,

SERES VIVIENTES
Durante este viaje en particular al trono de Dios ví los cuatro seres vivientes que están delante del trono de Dios. Estos seres que ví alrededor del trono eran aquellos descritos en la Palabra de Dios.
Todos los seres celestiales tenían ojos grandes; algunos en el frente y otros en la parte de atrás. Podían ver hacia el frente y hacia detrás de ellos. Eran muy grandes y algo nunca visto en la tierra.
Cada uno de ellos tenía seis alas. Uno tenía cara como de león. El segundo, cara como de ternero.
El tercer ser viviente tenía cara como de hombre. Imaginen, si pueden, a un ser muy alto con seis alas. Tiene cara de hombre. El cuarto ser viviente era como un águila voladora.
Todos esos seres fascinantes exclamaban constan temente: “Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso.,
Debido a que yo nunca antes había visto algún ser que se semejara a ellos, me parecían muy ex traños. Sabía, sin embargo, que Dios había creado a estos seres santos del cielo. Alabo sea Dios por sus hechos y su poder. ¡Dios es un Dios majestuoso! Según miraba yo a esos seres, empezaron a alabar y a adorar al Dios To dopoderoso.
Quiero que entiendan que después de haber visto en mi visión a los seres celestiales de Dios hice un estudio acerca de ellos y descubrí en el libro de Apocalipsis la asombrosa descripción de Juan de lo que yo había presenciado. He aquí la manera en que los describió
Juan:
(Apocalipsis 4:6-8)6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos de lante y detrás.
El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.
8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos;y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, Santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.

LAS OBLIGACIONES DE LOS SERES VIVIENTES
La Biblia nos habla acerca de esos seres vivientes y de sus obligaciones. Dan continuamente alabanza y honra a Dios. Junto a los veinticuatro ancianos su principal ocupación es adorar al Señor:
(Apocalipsis 4:8-11)
8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos,
10 los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas de lante del trono, diciendo:
11 Señor, digno eres de recibir la gloriay la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.
(Apocalipsis 5:9-10)
Y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y puebloy nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
(Apocalipsis 5: 11-14)11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, lagloria y la alabanza.
13 Ya todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.
(Apocalipsis 7:11-12)11 Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,
12 diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sa biduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya!
Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.
(Apocalipsis 19:4-6)
6 Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!
También se describen otras obligaciones de los se res vivientes en Apocalipsis:
(Apocalipsis 5:8)8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;
(Apocalipsis 6:1)1 Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira.
(Apocalipsis 15:6-8)6 Y del templo salieron los siete ángeles que tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplan deciente, y ceñidos alrededor del pecho con cintos de oro.
Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los siglos de los siglos.
8 Yel templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de los siete ángeles.
Ví a una innumerable multitud de ángeles cuando empezaban a adorar al Señor. Oí y experimenté la inolvidable escena del momento en que los ancianos alrededor del trono se unían a ellos. También me uní a la adoración al Rey, mientras pensaba: “ qué glorioso es ver la potencia del Dios Todopoderoso!”

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